Y ahora me veo haciendo cosas que nunca se me hubieran cruzado por la cabeza. Me miento, me engaño. Nunca se me diagnosticó un trastorno de personalidad, pero creo que ese fue el regalo que me esta dando la vida para navidad. Si no tengo trastornos de personalidad entonces abran las puertas del Borda y dejen a todos los que se preocupan por mi ser felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario